El Blog de la Ardilla

Un espacio para comentar la estupidez humana y la propia...

viernes, diciembre 01, 2006

La odisea de comprar un bikini...

Me alistaba a preparar mis cosas para ir a Earthdance, cuando de pronto olvidé el lugar exacto en el que había puesto mi bikini, el único que tengo. De más está decir que no soy muy amiga del sol ni de la playa y ni de las piscinas, es decir, soy solamente una amiga "contemplativa". Encuentro que tomar sol es una pérdida de tiempo y de juventud en la piel, sobretodo si eres un fumador, como quien les habla.

Comencé a abrir cajones, sacar bolsas y hacer memoria, hasta que finalmente di con el paradero de mi tan "preciada prenda", con la cual he compartido en 2 años casi la misma cantidad de baños. El verano pasado no me metí al agua ni una sola vez.

Este año me he puesto por meta meterme más al agua, porque se puede hacer sin sol, porque es divertido y porque definitivamente hay gente que se ve peor en bikini que yo. Entonces tuve la maravillosa ocurrencia de ir por otro bikini, para no aburrir con el "variado repertorio", y así me dispuse a ir al mall...

"Ármalo a tu pinta" mi trasero!! unos calzones insignificantemente enanos y todos en talla M o menor, aparte si encontraba uno que combinaba, y de mi talla, que ya es mucho decir, el calzón o el sostén era una mierda, es decir, una forma incapaz de contener mi humanidad...
Seguí buscando sin mucha fé, porque casi siempre EL bikini que logra hacerle justicia a mi no delgado cuerpo es justo el que vale 20 lukas o más... una mierda. Cómo no cachan que solamente a las modelos y a las niñitas del Villa María se les ven bien esas wevás minúsculas!!! Anda a meter a una chilena promedio en un bikini "ármalo a tu pinta" (porque no iba a gastar más de $7990), LINDA SE VE LA WEONA!!!, Con toda la charcha afuera y las pechugas desparramadas, ni un brillo...

Entonces tuve que buscar otra opción, que sería el bikini que te queda, aunque el estampado no te guste demasiado. Es decir, aquí los bikinis se compran al revés: primero ves en cual modelo te cabe el culo y después eliges el estampado que te gusta, o el que menos te disgusta... Y para qué hablar de esos bikinis lindos que salen en la tele, cero posibilidad.

Con todo esto en contra, de todas formas me llevé algunas opciones al probador, tratando de sortear a las ineficientes y problemáticas vendedoras de Falabella:

- Señorita, ¿podré buscar un calzón de mi talla en ese montón de bikinis que nadie quiso, y que dejaron aquí mismo en el probador?.
- No, usted no puede sacarlos de ahí.
- ¿Y esos que están colgados al lado?.
- Tampoco.

Okey, no entendí nada, porque estas gallas son verdaderos robots, pero de esos mal pagados, descontinuados y con mal genio. Finalmente, entre forcejeos, amarras, chuchadas, charchas saliéndose, pechugas rebalsándose, transpiración, mal genio y una pizca de dignidad, logré encontrar un bikini para mi cuyas especificaciones son:

Calzón: ancho, tipo abuelita o modelo de la era Pin Up (caderas anchas y rellenitas).
Top: tiene forma!! (no es otro maldito triángulo para gente plana, que no es mi caso).

No era lo que esperaba, pero encontrar un bikini a estas alturas del partido es una bendición, y ¿por 4990?, no me puedo regodear.

En resumidas cuentas... HABÍA OLVIDADO POR QUÉ NO ME COMPRABA UN BIKINI HACÍA DOS AÑOS, y por qué no me interesaba hacer un esfuerzo por meterme al agua dignamente... ahora ya lo recuerdo.